Para nosotros (como para todo padre o abuelo) nuestros hijos o nietos son Príncipes y encontramos almas sensibles que lo saben ver de igual forma .
Esta vez, su Séquito fueron los empleados de American Airlines, en Montevideo- Uruguay quienes sin conocerlo previamente, captaron la personita especial que es Thiagui, y juntos pudimos tener esta experiencia fantástica antes de levantar vuelo.
Desde la puerta de entrada del aeropuerto se divisaban globos y banderitas de colores marcando el sendero real hasta la mesa del chek-in. Al acercarnos nos sentimos cual un actor famoso, ya que el camino estaba sembrado de brillantes estrellas plateadas sobre las que nos deslizábamos y un cartel por detrás del mostrador nos daba la bienvenida.
Cada detalle estaba allí, pero eso no fue todo, el túnel hacia el avión comenzó con una gran arcada de globos rojos, azules y blancos, los colores de American, y al llegar a nuestros asientos, encontramos los corazones que esas manos solidarias pintaron, recortaron, pegaron, dando una muestra de amor condensado en un cartel que nos trajimos de recuerdo.
Sobre el asiento, en la pared del avión, colgaba una flor que en el centro tiene el nombre del agasajado. Pequeñas florcitas pintadas a pincel, y suaves arabescos unían valores escritos en cada pétalo como : amor, paciencia, esperanza, fe y, uno nuevo, el que esas manos no escribieron pero que estuvo palpitando en cada corazón: CARIDAD, el amor puro de Cristo, que hace que nos unamos en una causa tan noble, como ayudar a un niño a lograr su potencial.
El viaje fue perfecto, Thiagui sobrevoló con fortaleza y alegría la extensa bastedad Americana de Sur a Norte a bordo de 3 aviones. Por la ventanilla, su mirada contemplo primero, las luces de la ciudad que lo despedían, y al final del recorrido, las majestuosas montañas que lo recibían.
Al llegar a destino, nuestro corazón seguía agradecido, así que sacamos del equipaje de mano,(como lo habíamos prometido)- la bandera Uruguaya estampada con las firmas de compatriotas que se unieron a nosotros para hacer este viaje posible en tan solo 3 meses. Otra vez... la CARIDAD escrita con tinta indeleble.
Mi hermana nos estaba esperando, con la ilusión de que las pequeñas manitos de Thiago envolvieran su cuello y no la soltaran mas.
También nos esperaba nuestra amiga Juliana- una Mama - con sus pequeños. Una de las hijas de Juliana, comparte con Thiago el mismo camino. Se llama Ariana, tiene 7 años, de pelo claro, ojos celestes, y tierna sonrisa. Una niña dulce, quizás por la misma razón que Thiago, porque tienen un cromosoma de más y eso hace la diferencia.
Ser solidarios es algo que trasciende. Por eso sentimos que este viaje es maravilloso, porque las fronteras y los límites entre hermanos se desvanecen.
Los, NO SE PUEDE, los pone el hombre de poca Fe.
Hoy les podemos proclamar desde éste, el hemisferio opuesto y lejano, que nos sentimos más cerca, felices de haber encontrado gente maravillosa tanto aquí como allá, que nos ayudan a dar un paso más.
Gracias Uruguay , Gracias Estados Unidos, por dejar de lado las diferencias culturales y construir un puente que nos une.
SE PUEDE.
Gabriela Vega
28 de Agosto, 2013
Vean mas fotos en el puesto, On my way to Utah! - Airport Welcome
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